5 consejos para mantener una dieta saludable en invierno

Ha llegado el invierno y seguro que te estás preguntando si es normal sentir más hambre en esta época del año. Lo cierto es que esta sensación es más común de lo que muchos imaginan. Precisamente por eso, debemos prestar más atención a nuestros hábitos, especialmente en este período pandémico, cuando estamos más en casa. Mantener un comer sano en invierno es fundamental para prevenir las enfermedades propias del clima frío y los problemas que pueden surgir con una dieta rebelde.

 

Después de todo, ¿por qué es tan difícil tener un comer sano en invierno?

Debido a las bajas temperaturas, nuestro cuerpo gasta más energía para mantenerse caliente esta temporada. Así, muchas personas sienten más hambre y terminan comiendo más alimentos grasos y calóricos para suplir esta "necesidad". Pero una dieta sin criterios puede traer varios daños a la salud. Entre ellos, el aumento de las tasas de glucosa y colesterol, además del aumento de peso.

Otro problema es que, en los días más fríos, muchas personas acaban olvidándose de beber agua. Y sabemos que mantener el cuerpo hidratado es fundamental para que nuestro organismo realice bien sus funciones. Por si fuera poco, con el frío, salir de debajo del edredón para practicar ejercicios físicos es aún más complicado, ¿no? Con eso en mente, hemos reservado algunos consejos que lo ayudarán a evitar las bajas temperaturas y a mantener un comer sano en invierno.

 

# 1- El secreto es comer menos, más veces al día

No tome descansos largos sin comer. Cuando nos saltamos las comidas, es fácil caer en la tentación de comer todo lo que tenemos por delante cuando llega el "hambre". Por tanto, lo ideal es tener de 5 a 6 comidas al día, optando por porciones más pequeñas y saludables. ¡La vieja regla de comer cada 3 horas nunca cae en desgracia! 

Un consejo valioso es dejar las comidas preparadas. Por lo tanto, tómese un momento en su semana para dejar toda la comida picada, cocida (cuando corresponda) y separada en porciones diarias. Además, guárdalos en bolsas. Cremallera ayudará a preservar el valor nutricional y los mantendrá frescos por más tiempo. 

 

# 2- Cuanto más natural, más saludable

Evite comer alimentos procesados, no solo en invierno. Después de todo, son más calóricos y tienden a tener poco valor nutricional agregado. En su lugar, elija opciones más saludables y trate de consumir frutas y verduras con regularidad.

Dar preferencia a alimentos ricos en fibra y con un índice glucémico bajo, como batatas, ñame, manzanas, peras, fresas, melocotones, ciruelas, legumbres y algunos cereales integrales, también contribuye a mantener la sensación de saciedad durante más tiempo.

 

# 3- ¡Es hora de aumentar la inmunidad!

En invierno, las enfermedades como virus, resfriados y neumonías tienden a aumentar mucho. Por no hablar del riesgo de contagio con el nuevo coronavirus. Por estas razones, ingerir nutrientes capaces de fortalecer el sistema inmunológico es muy importante.

Así que apueste por alimentos ricos en vitaminas (como frutas y verduras de color verde oscuro), fuentes de selenio (que se encuentran en nueces, huevos y carne de res y pollo) y omega 3 (que se encuentran en algunas especies de peces como el salmón).

 

# 4- Haciendo sustituciones inteligentes

Cuando llega la necesidad de comer dulces, la tentación es difícil de resistir. Una buena alternativa es reemplazar las golosinas tradicionales con opciones más saludables. Elija postres hechos con frutas y sin azúcar agregada. E intente cambiar el azúcar común por demerara, morena o miel, utilizando la menor cantidad posible.  

Una tendencia en invierno es que las personas consuman más sopas para mantenerse calientes. Pero, en lugar de usar crema agria, quesos, panes y otros ingredientes calóricos y grasos, prefiera verduras, verduras y carnes magras. 

 

# 5- ¡La hidratación es clave!

Como dijimos anteriormente, cuando la temperatura baja, muchas personas reducen su consumo de agua. Y es fundamental para el buen funcionamiento de las células, contribuyendo a la digestión, regulación de la temperatura corporal, defensa del organismo, respiración y otros procesos vitales. Por tanto, se recomienda beber al menos 2 litros de agua al día. 

Para ayudarte a consumir líquidos, saborear el agua con una rodaja de limón, naranja u otra fruta de tu elección puede ser una buena opción. Además, deja una botella cerca e invierte en la preparación de tés y jugos. Pero ojo: a pesar de ser opciones saludables, las frutas también son fuente de azúcar. Por lo tanto, evite comer en exceso. 

 

A medida que los días se vuelven más fríos, se vuelve cada vez más difícil mantener una dieta equilibrada y hacer que su cuerpo se mueva. Por tanto, es muy importante encontrar alternativas para mantener un comer sano en inviernopara preservar la salud del cuerpo y la mente. ¿Te gustaron los consejos? Entonces síguenos también en las redes sociales: Instagram, Facebook e Etiqueta LinkedIn.

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